Familias Compuestas: Los tuyos, los míos y los nuestros.

La familia de hoy se ve enfrentada a muchos retos para hacerse sostenible en el tiempo. La mayoría de los matrimonios se ven afectados por las crisis existenciales de sus integrantes frente a la adaptación en sus procesos evolutivos, y las dificultades que como seres humanos enfrentamos día a día. De ahí la importancia de reconocer los recursos y factores protectores de nuestro núcleo familiar.

Lo primero que debemos hacer es conocernos. Descubrir la forma en que se compone nuestra familia, permitirá fortalecer los lazos y armonizar la estabilidad de la misma de forma sana, sin necesidad de sacrificar o entorpecer el desarrollo de uno de sus miembros.

Al momento de casarnos, se toma en cuenta de qué vivir, donde nos estableceremos, cuántos hijos queremos tener, las responsabilidades en el hogar. Cuando se intenta crear un nuevo núcleo familiar luego de un proceso de divorcio, este panorama cambia. Cuando decidimos unirnos nuevamente a una pareja y ya existen hijos de por medio, otros factores deben ser tomados en cuenta.

En este caso hablamos de familias compuestas. Tomemos como modelo el siguiente caso:

“Una mujer divorciada o separada, tiene ya dos hijos y decidió unirse en matrimonio con un hombre que también tenía hijos. Luego de casarse procrean una niña. Cada uno trae consigo una historia familiar y una forma de crianza. Aquí las cuestionantes surgen en ¿Quién pone las reglas a quién? ¿Cómo evito las diferencias en el trato con los hijos? ¿Afecta a mi relación la manera en cómo me relaciono con mis hijastros?

¿Qué tan oportuno sea que los niños reciban una educación distinta cuando visitan su otro hogar? ¿Cómo llevar una relación igualitaria entre hermanos? Estas son algunas de los interrogantes que trae a colación este tipo de familia.

A continuación algunos tips que podrán ayudar a tomar las mejores decisiones cuando se dan estos caso

• Roles parentales y reglas: ser coherentes al momento de establecer las reglas, trabajando en equipo. No es recomendable que el padrastro o madrastra asuma siempre el control de la situación puesto que lo coloca en una posición de desventaja frente al niño o niña que puede verlo como un intruso. Esto genera rechazo y algunas veces coaliciones o alianzas entre hermanos o entre él y su progenitor

• Límites claros: hablar con su pareja sobre las influencias que pudiera recibir la familia de abuelos y abuelas, y que eventualmente pudieran estar creando dificultades en la crianza y conflictos en la pareja. Esto es importante también cuando los hijos e hijas van a visitar al otro padre o madre. Por esto, es necesario siempre conversar sobre las normas en los distintos espacios y el respeto que implica el no invadir con mis criterios el espacio de los demás.

• Estabilidad: a veces los padres después de la separación, nos aferramos mucho a los hijos al punto de impedirles el sostener un vínculo sano con nuestra ex pareja. Cuando sometemos a los hijos a llevar y traer mensajes, los hacemos sentir culpables de que se vayan con frecuencia a ver al otro padre o cuestionamos a quién se quiere más, afectamos con ello la estabilidad emocional de nuestros hijos e hijas. Por otro lado, también la afectamos cuando tenemos diferencias marcadas con los hijos de las parejas y los hijos en común.

• Cercanía: no podemos forzar la cercanía o el dar y recibir afecto de nuestros hijos hacia el padrastro o la madrastra pues solo hace el efecto contrario. Debemos permitir que esto ocurra poco a poco y cuando ambos estén listos. Hacer actividades en conjunto del gusto del niño puede facilitar esta cercanía.

• Participación: es recomendable permitir al niño desde el inicio involucrarse en la construcción de esa nueva familia. No introduzca la nueva persona de forma brusca como para imponer el que pueda darse el permiso de rehacer su vida, sino que poco a poco pueda procesar la construcción de un nuevo espacio para compartir. Esto afianzará la aceptación del nuevo miembro y fortalecerá la relación entre los hermanos.

Por: Patricia Reyna
Médico – Terapeuta Familiar
en twitter: @PatriciaReyna

PD: Artículo publicado en el boletín Vida y Salud

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *