La presunción de inocencia

El periodista Juan TH, con su peculiar lenguaje soez, ha utilizado los medios en los que trabaja, para de una manera despiadada e inmisericorde arremeter contra la honra y el buen nombre del senador de la República por la provincia San Juan, Ing. Félix Bautista.

De manera desenfrenada y cual si estuviese en un blindado escenario con inmunidad parlamentaria, el periodista TH ha dicho que el Ing. Bautista se robó el país. Una acusación que obviamente y como era de esperarse surtiría algún tipo de reacción de la parte atacada con los comentarios.

Si el Ing. Bautista se robó o no el país, yo no lo se. No soy su abogado ni su defensor, las personas que han sido por él contratadas para esos fines son los que tienen no que demostrar que es inocente, sino evitar que se demuestre que es culpable.

En este país existe la «presunción de inocencia», que establece que toda persona es inocente hasta que mediante una sentencia que adquiera la autoridad de la cosa juzgada exprese lo contrario. Eso quiere decir que todo el mundo anda con el blindado traje de la presunción de inocencia sobre su cuerpo. La Convención Americana sobre Derechos Humanos establece en su artículo 8, numeral 2, sobre Garantías Judiciales, que «Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad.» Del mismo modo, el doctor Juan Manuel Pellerano Gómez, en su obra Constitución y Política», la presunción de inocencia es un derecho constitucional implícito, que es una aplicación del principio general favori rei que rige las soluciones del derecho procesal penal moderno, según el cual toda persecución y el proceso subsecuente parten de la inocencia del inculpado y nunca de su culpabilidad, presunción que mantiene su vigencia hasta tanto intervenga una decisión con la autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada…».

Según nuestra constitución política vigente, en su Art. 69, numeral 3, toda persona tiene «El derecho a que se presuma su inocencia y a ser tratada como tal, mientras no se haya declarado su culpabilidad por sentencia irrevocable».

Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 11 numeral 1, establece que: «Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa».

No menos importante, el Código Procesal Penal Dominicano. Art. 14. Presunción de inocencia. «Toda persona se presume inocente y debe ser tratada como tal hasta que una sentencia irrevocable declare su responsabilidad. Corresponde a la acusación destruir dicha presunción».

Vistos estos textos legales, podemos colegir que el Ing. Félix Bautista, en su condición de dominicano está investido de la presunción de inocencia, por lo tanto al afirmar el periodista Juan TH que éste se robó el país, tiene el deber de demostrarlo con pruebas fehacientes con capacidad de partir ese derecho constitucional.

El senador Bautista, en ese sentido ha demandado del periodista de marras, que le pruebe tal acusación por ante los tribunales competentes.

Como el periodista en cuestión sabe perfectamente que sus declaraciones fueron alegres y que no posee prueba de las mismas, ha recurrido al recurso del apoyo popular. Es decir, usufructuando el beneficio que genera la expresión de: «El enemigo de mi enemigo es mi amigo». Si es cierto que el Ingeniero Félix Bautista, en sus condiciones de hombre solidario, humanitario, generoso, caritativo y demás, es un personaje altamente querido por un gran segmento de la sociedad dominicana, no es menos cierto que por su vertiginoso crecimiento social, cultural y económico, es odiado por otro segmento de nuestra sociedad que nunca le perdonará que viniendo de una familia de extracto humilde de un campo de San Juan de la Maguana, haya calado a los lugares cimeros que ellos nunca llegarán.

Es así como el honorable comunicador, como no tiene nada que aportar al tribunal que comprometa la responsabilidad penal del senador, está jugando a la táctica dilatoria, sustrayéndose del proceso, ignorando el distinguido Juan TH, que existe un medio llamado «la comparecencia personal de las partes», o peor aún, en su caso como imputado la declaratoria de rebeldía, por el cual puede ser conducido en calidad de detenido a la audiencia.

En la pasada audiencia, el periodista asesorado por sus abogados no entró al tribunal, quedándose en sus alrededores alegando primero que no había sido citado; sin embargo dice posteriormente que no encontró estacionamiento disponible.

Lo cierto es que debe ser muy difícil para Juan TH entrar al tribunal y compartir la sala de audiencia con el Ing. Félix Bautista, cuando con su pecho abierto anunció al país que nunca haría eso, que si tuviera que compartir un mismo escenario con Félix Bautista, antes se pegaría un tiro. Yo le sugiero al amigo Juan TH, que apele a la expresión popular que dice: «Para que me joda Yo, que se joda mi palabra». De mi parte voy a asumir que lo que dijo el prestigioso periodista fue que se daba «un tiro» pero de gracia.

Por: Cristian Hidalgo.
en twitter: @CristianHiro

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