Hace unos minutos decidí hacer algunas modificaciones al post que habla de la posposición del proceso eleccionario de la ASED y sus cositas. Desde tempranas horas de la mañana he estado recibiendo una serie de correos y comentarios a la web que entiendo no son correctos. En la sociedad que vivimos hoy, tenemos que aprender a ser tolerantes y a respetar las opiniones y los pareceres de nuestros iguales.
Al evaluar los juicios emitidos en el mismo, he llegado a preguntarme, que les habrá molestado ¿El título? ¿Mi opinión respecto al accionar y la calidad moral de algunos “dirigentes estudiantiles” de hoy? Realmente no sé porque se sintieron aludidos porque no me referí a ellos, pero… como dicen en el argot popular si el sombrero te sirvió… P O N T E L O.
Nadie puede negar que hay “Dirigentes Estudiantiles” que aparte de cumplir minimamente con sus responsabilidades académicas no están cumpliendo con sus reales metas de defender el estudiando y sus interés; y nadie puede negar que la mayoría de ellos lo que han hecho es dedicar su título de “dirigente”, por cierto, mal ganado, para lograr su incorporación a la nomina de la UASD, tal es el caso de los Delegados Estudiantiles miembros del Consejo Universitario y que han sido nombrados por la presente gestión universitaria con sueldos lujosos!.
Reitero a los estudiantes a ir a votar a cuantas elecciones fueran convocadas, en este caso como en todos los demás organismos de base de la FED, por entender que son ustedes los que dan legitimidad a un proceso. Ya hemos vivido varios momentos electorales, en los que no ha llegado a un 20% la votación para elegir nuestros miembros del comité ejecutivo de la FED y esto ya tiene que terminar.
Los y las jovenes de nuestro país debemos incertarnos a todos y cada uno de los procesos que envuelven a nuestro entorno, se hace necesaria una mayor participación en la construcción y la legitimización de los organismos estudiantiles y creo que así como lo ha hecho la presente dirección de la ASED debemos aunar mayores esfuerzo en la meta de construir un nuevo movimiento estudiantil, renovado, actualizado y formado bajo fuertes criterios y bases ético morales que nos permitan avanzar y fortalecernos.