Santo Domingo, Ciudad Universitaria,
16 de marzo de 2009
Lic. Luis Casilla
Director del CURSCEN-UASD
SUS MANOS
Estimado Profesor Casilla:
Acuso recibo de una comunicación dirigida a mi persona y que he visto por primera vez sobre la mesa de un bedel y que según se me ha informado circula en toda la Universidad. Comprendo la urgencia de ponerla en conocimiento de la Universidad, antes incluso de yo recibirla y estoy convencido de que el destinatario a quien se le envía con copia (cc) debió de recibirla de sus propias manos. Probablemente veré dentro de poco la fotografía del momento en el que usted la entrega, como ha sido el uso en los casos anteriores, en los que a funcionarios como Usted se le ha requerido de alguna demostración pública para asegurarle su permanencia en el cargo.
Para su beneficio debo aclararle que no tengo que liberarle de ningún compromiso, porque ni en Alianza Académica ni en la gestión que encabecé se le requirió permanencia obligatoria, ni condiciones de lealtad indebidas. Le recuerdo que al nombrarle director del CURSCEN-UASD no le ató ninguna obligación con nuestro Movimiento ni con mi persona y le pediría que por favor, por Usted mismo, no compare las razones y circunstancias que hoy le permiten permanecer en su cargo con las razones que nos llevaron a nombrarle en el mismo.
Convivir en el silencio, gobernar en la injusticia y ser indiferente ante la verdad, niega los valores que le han dado sentido a la existencia de Alianza Académica y nos hace percibirlo a Usted a la distancia de quienes en la historia de la humanidad decidieron enfrentarse a los leones, desafiaron a los reyes y al poder y prefirieron el camino de su propio sacrificio, pensando más en los demás que en sí mismo.
Los momentos de dificultades siempre han significado grandes pruebas para los seres humanos, cada quién ha escogido entre ser Jesús o ser Pilato, por ahora seguiré aspirando a que entre los que hoy nos abandonan, existan “Pedros” que regresen y que cientos de nuevos seguidores reconstruyan sobre la senda amarga del abandono de los principios y la solidaridad.
Hasta pronto,
Roberto Reyna
Coordinador General de AA