Pero señores… desde hace un par de semanas me he estado percatando de como desde la rectoría se han estado utilizando los emblemas y timbrado del movimiento Alianza Académica para producir documentos de solidaridad y apoyo, mostrando esto el grado de maldad y la corrupción moral que caracteriza a la actual gestión de la UASD; una clara evidencia de abuso de poder, sumado la persistente práctica de comprar conciencia.
A mi juicio, este ejercicio no es más que un mal ejemplo dado a la UASD y al país para nosotros los y las jóvenes que debemos ser formados en base a otros valores. Entiendo que cuando las decisiones que emanan de las autoridades se correspondan con la misión y la visión para la que fueron electos, es un compromiso de todos y todas los que formamos parte de la familia universitaria el de apoyar esas decisiones, sin tener que ser obligados o chantageados a hacerlo, y frente a esto, los y las jóvenes de la UASD debemos enfrentar duramente todas aquellas acciones que puedan constituirse en un arma mortal y un atentado contra nuestra universidad.
La experiencia adquirida en los diversos procesos que he vivido en la UASD son una motivación más para invitarles a que seamos más firmes en nuestras posiciones, nos invitan a actuar con coherencia frente a decisiones tomadas en el pasado, pero sin olvidar que en cada rincón de la UASD nos enseñaron a defender nuestra Alma Mater de cualquier atentado a su libertad, a lo que quebrante su moral y la de los suyos.
La sociedad y la UASD de hoy requieren de autoridades que sirvan de ejemplo a la juventud dominicana, a los estudiantes líderes del mañana, forjadores en el presente de la nación soñada y anhelada por nuestros padres; a la Rectoría llamamos su atención frente al acto de inmoralidad de perseguir, retaliar, amenazar y hasta cancelar a quienes en algún momento difieren de su pensar, coartando así el derecho inalienable de cualquier ser humano, su libertad.
En lo particular, yo condeno la compra de conciencia, la aprobación de una promoción (que le corresponde a cada quién por lo establecido en reglamentos), la incorporación a la nomina de carrera a empleados contratados a cambio de firmar documentos de apoyo y las cancelaciones producidas por la negativa a rubricar dichos escritos, pues ello no es más que un acto atentatorio contra la moral y una traición a los principios y valores bajo los cuales las hoy autoridades fueron formados.
Estoy plenamente convencido de que ya es tiempo que nuestra Alma Mater deba ser sumergida en un proceso de cambios y profundas reformas que nos conduzcan a la inserción de los nuevos modelos de educación superior del mundo, elevando así la calidad del educador y el egresado de la UASD.
Tal y como expresára en diversos artículos publicados en este espacio, reitero poner atención al compromiso social de la UASD para con el país que no es tan solo la formación de los recursos humanos que necesitará la nación en el mañana, sino también acompañarle, asistirla y protegerla de todo fenómeno y/o acción que pueda perjudicar a la sociedad o así misma, pues a ella nos debemos y los que la dirigen en la actualidad son los llamados a servir de ejemplo para la juventud universitaria de todo el país.
NOTA:
A mis demás compañeros(as) de Alianza Académica, Profesores, Empleados y Estudiantes les recuerdo aquel relato que publicara en mi blog, sobre un BREVE RELATO DE UN LOCO que reza que todos y todas estamos condenados; sí; condenados a ser libres, a poder elegir qué hacer y cuándo hacerlo, condenados a tener esperanza, a soñar y fantasear… y es por ello que somos mártires de nuestra propia libertad.