El Coronavirus no lo transmite la música, déjenla sonar.

¿De la desescalada o reapertura de nuestra economía? ¡De eso nunca estuve de acuerdo, ni ayer, ni ahora! Y ojalá el tiempo me muestre una realidad distinta a la que estamos viviendo hoy y me enrostre cuan equivocado pude haber estado.

Desde muy pobres, hasta la Clase Media y los ricos de este país, todos hemos estado sufriendo los efectos de una pandemia que no muestra aún señales de que pretende desaparecer, siendo estos efectos no sólo económicos, sino también psicológicos, pues ella en sí misma nos ha obligado no solo a tener que sufrir la partida de aquellos seres que tanto queremos, sino también al encierro preventivo y la pérdida de nuestros ingresos.

Pero la desescalada está ahí, puesta en marcha y ello supone una oportunidad para quienes se sienten confiados en que la COVID19 no les arrebatará la vida en un abrir y cerrar de ojos.

Los restaurantes están abriendo poco a poco, los que tienen la oportunidad de ofrecer sus servicios al aire libre pueden hasta recibir clientes y sentarlos en sus establecimientos aplicando ciertos protocolos de salubridad. Lo propio está sucediendo con cafés y bares en gran parte del territorio nacional, sobre todo en las grandes ciudades, y de esta realidad, Nagua no está ajena.

Bastaría con salir a las cuatro de la tarde, horario en que las empresas formales e informales comienzan a cerrar, y transitar por la María Trinidad Sánchez y en los alrededores de nuestros Parques, para darnos cuenta que, real y efectivamente, los restaurantes y Bares ahora convertidos en Bares-Restaurantes, son aprovechados por algunos para quemar las calorías que los viejos toques de queda y cuarenta les obligaron a acumular encerrados en casa.

Recientemente leí un comunicado de “La Unión 071”, institución que agrupa a los DJ’s de nuestra ciudad de Nagua. Sus miembros se muestran al grito, desde marzo no han podido trabajar por los efectos de la COVID19 o Coronavirus. Sin embargo, al aplicar la desescalada o reapertura de la economía por parte del gobierno central, han visto en ella una oportunidad de comenzar a operar bajo una nueva modalidad y apegados a esa nueva covidianidad en la que están operando los establecimientos en los que habitualmente ofrecen sus servicios, y la propia autoridad se lo ha impedido, una pena.

¿Las bocina de los DJ’s transmiten el Coronavirus? ¿La música que mezclan los DJ’s en estos Bares convertidos en restaurantes o los viejos restaurantes que siempre han tenido estos shows como atractivos para sus clientes, elevarán los niveles de contagios por la COVID19?

Podrán creer que con estas preguntas, quizás esté jugando con la inteligencia de usted, que en este momento me lee o de aquellos que nos gobiernan y de los que están llamados a someternos al orden y la obediencia, pero no, lo pregunto, porque aun cuando el DJ no suene su música, en ese mismo lugar, alrededor de esas mismas sillas y mesas, en esos mismos establecimientos, aunque al DJ no lo dejen tocar, la música continuará servida, al igual que cada plato que a esas mesas se lleve.

SI los establecimientos estarán abiertos al público y se podrán recibir personas, a los DJ’s también se les debe permitir trabajar, porque las cifras de la COVID19 no aumentarán por contagios a través de bocinas o partituras, sino donde la aglomeración se permita.

La ley debe ser para todos y la reapertura también. Hay resoluciones que el gobierno, así como la policía deberían revisar, porque el Coronavirus no lo contagia el DJ, sino el no cuidarnos como debemos.

¿Comenzamos a abrir? ¡Pues déjenlos trabajar!

Amaury Reyna Liberato
Director del Naguero.com

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