¿De paladines de lucha anticorrupción a socios de sus perseguidos?

La lucha anticorrupción ha sido uno de los principales temas de la agenda política nacional y sus diversos procesos eleccionarios. Ciertamente, este flagelo es un mal que afecta a todos los países y de esa realidad no escapa República Dominicana, y aunque existen importantes evidencias de esfuerzos para combatirla, el terreno ganado por esta no ha podido ser recuperado.

Por ejemplo, desde la corrupción política, que no es más que usar el poder público para lograr conseguir algo o tomar decisiones para favorecer a ciertos sectores o alguien en particular, la falta de transparencia que la propicia, hasta la impunidad de la que gozan quienes se dedican a esta práctica, son causas y efectos a los que quienes nos han gobernado no han podido dar respuestas con efectividad, razón por la cual la lucha anticorrupción ha sido asumida por la ciudadanía como estandarte.

Y es que bastaría con dar una mirada al pasado reciente para medir los niveles de relevancia que ha tenido el tema corrupción para la ciudadanía y cómo este se convirtió en uno de los principales ejes que esbozaron los programas de gobierno de todos los que aspiraron en dichos procesos, ¿Lo habrán logrado como lo propusieron otros en tiempos anteriores? La pregunta podría encontrar como respuestas al naciente movimiento Marcha Verde en el año 2016 o las constantes protestas que adquirieron el matiz anticorrupción luego de las suspendidas elecciones de febrero pasado.

Tal es el caso del Partido Revolucionario Moderno, quien fue el principal adversario del entonces oficialista Partido de la Liberación Dominicana, quienes, tras permanecer en el poder durante 16 años seguidos, debieron enfrentar con gallardía dichas luchas, mismas que lo llevaron a salir del poder en julio pasado.

Convertidos en paladines de la lucha anticorrupción, los principales dirigentes del PRM llegaron a marchar por las calles del país acompañando a la ciudadanía en su lucha, levantando además su voz contra la impunidad. Durante dicho proceso, señalaban, por ejemplo, al expresidente Fernández y sus funcionarios como el principal responsable de ese flagelo que más pobreza genera en cualquier nación, a tal punto de que, en perfiles de redes sociales y discursos pronunciados por actores de primera línea de dicha organización, la FUNGLODE era señalada como “cuerpo del delito”.

Al cumplirse los primeros 100 días del gobierno del presidente Luis Abinader y cabeza principal de la organización política que nos gobierna, cabría entonces reflexionar sobre su papel en la lucha de la sociedad contra la corrupción y la impunidad, esa que provocó el levantamiento del pueblo dominicano, y ver si en los primeros meses se ha dado muestra de cumplimiento de su palabra empeñada y de si las mismas habrían sido acompañadas de acciones tendentes a dar respuestas necesarias a un problema que con el tiempo pasó a ser fundamental para nuestra nación.

Abinader, quien habría afirmado en el año 2018 que “el país se consolidó como campeón mundial de la corrupción” durante los gobiernos del PLD tiene por delante un gran reto, que, a todas luces, no sabremos si podrá cumplir, pues al parecer los compromisos contraídos para ascender al poder, no le permitirá distanciarse de todo aquello que combatió durante sus campañas electorales.

Lo cierto es que, el hoy oficialista Partido Revolucionario Moderno, se pasó 10 años señalando a Funglode como un supuesto cuerpo del delito y que sus miembros, encabezados por el expresidente Leonel Fernández eran corruptos. Hoy son gobierno y se hacen llamar los “Justicieros de la lucha Anticorrupción”, pero al mismo tiempo han mostrado fuertes vínculos con quienes decían eran los más corruptos de la historia democrática de República Dominicana.

Ya se han cumplido 100 días y por delante quedan muchos más. Las esperanzas del pueblo siguen cifradas en aquel hombre que ascendió al poder como el principal gladiador de esa lucha anticorrupción, el que combatiría esos indebidos actos, pero, ¿lo logrará? ¡Está por verse!

Roberto Amaury Reyna Liberato

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