Narcopolítica y COVID19: Desafíos de las #Elecciones2020

Desde que los Partidos Políticos en República Dominicana se abocaran a celebrar sus proceso de elecciones internas el pasado año, muchos han sido los casos de candidatos que han sido vinculados al narco, según se habría denunciado.

Recientemente, y en medio de un proceso electoral que ya casi concluye, la caja de pandora vuelve a abrirse y a tocar las fibras más cercanas del aspirante presidencial del PRM y de sus estructuras de campaña, siendo esta la principal fuerza política de oposición del país.

Informaciones ofrecidas por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), dan cuenta del apresamiento de Yamil Abreu Navarro, coordinador de campaña del Sur Central del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien es señalado como el cabecilla en República Dominicana de una Red Internacional de Narcotráfico, con presuntos vínculos con el Cartel de Sinaloa y quien desde el País dirigía una red de narcotráfico transnacional radicada en la zona Sur específicamente en Azua.

Y es que, este último caso, que incluye el pedido de extradición por parte de los Estados Unidos por el supuesto ilícito penal cometido, sumado a los que ya se habrían mencionado, plantea un escenario de posible riesgo para la nación y que se percibe sería mucho mayor que el propio torneo electoral del 5 de julio y sus efectos producto de la pandemia.

En otras palabras, entre los riesgos por ejemplo, que plantean la celebración de las elecciones presidenciales y congresuales, se encuentra la posibilidad de que esa actividad pudiera desencadenar en un rebrote aún mayor del COVID19, mientras que, por otro lado ese mismo 5 de julio y su proceso está planteando el riesgo de que República Dominicana pudiera estar cayendo en manos de carteles de drogas y con nexos internacionales, siendo esto aún mucho más preocupante.

Y es que el hecho de que un proyecto presidencial esté rodeado de perfiles de este tipo, pudiera estar encaminando a República Dominicana, de estos ascender al poder, a constituirse formalmente en un Narcoestado.

A este punto, se manifiestan ciertas inquietudes, como el hecho de que un Partido se permita ser permeado por quienes viven del negocio de las drogas, y viéndose este con posibilidades de ascender al poder, podría ser una ventana abierta para que, quienes se dedican a estos negocios ilícitos, ante una eventual victoria electoral, tengan la cancha abierta para legalizar sus ganancias de las drogas en complicidad con el propio Estado que les protegería.

La crisis económica que se nos viene producto de los efectos de esta pandemia y requerirá de mucho esfuerzo por quien nos gobierne a partir de agosto de este año, plantea grandes retos para todos y todas. Ella en sí misma pudiera no solo generar mucho más pobreza y hasta muertes, sino también el cierre o quiebra de decenas de empresas, y es precisamente en este estado de las cosas, cuando los narcogobiernos dejan a su suerte a los emprendedores y a sus empleados, para dejar que operen los negocios de quienes levantan hoteles, restaurantes, bancas y otros negocios para legalizar o lavar su dinero sucio.

Como ven, el próximo 5 de Julio no sólo desafía a seguir fortaleciendo la democracia y los mecanismos de participación ciudadana que permiten a la gente poder expresar su voluntad popular. Desafía además a proteger la nación dominicana de quienes quisieran verla convertida en cómplice de quienes a través de las drogas y los narconegocios se han cobrado la vida de cientos de miles de personas alrededor del mundo.

Amaury Reyna Liberato

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