#Coronavirus: ¿Jugando con la salud de la gente?

Confieso que en medio de esta crisis sanitaria, pensé que lo había visto, escuchado y leído todo, pero luego de verificar lo que nuestros políticos publicaron el día de ayer en sus redes, agregué un componente nuevo, el de los que juegan con la salud de la gente con fines politiqueros.

Lo que leí de Abinader ayer en su cuenta de twitter me tomó por sorpresa, cito: “Estamos entregando hidroxicloroquina (Conocido como Plaquinol en RD) a varios pacientes, pero la escasez cada vez es más difícil. El Gobierno debe hacer gestiones urgentes para abastecer el mercado”, algunos dirán que por qué, lo sé, y no, mi asombro para nada tiene que ver con diferencias político-partidarias, sino de corte de salud.

¿Cuándo ha visto usted que un ciudadano común puede estar indicando a un paciente con una enfermedad equis el consumo de un medicamento sin el debido control y supervisión de un médico? En sus deseos de “aportar”, con sus declaraciones, Abinader no ha hecho más que mostrar un interés marcado de querer actuar y hacer las cosas según sus reglas y criterios, al margen de los procedimientos establecidos por Salud Pública en el país, y eso es un craso error.

Abinader y todo aquel que quisiera aportar y participar de la entrega de medicamentos como forma de ayudar a enfrentar esta crisis sanitaria provocada por el Coronavirus, debe hacerlo a través de los canales correspondientes y de las autoridades que velan por el bienestar de la salud pública de lo más valioso que tiene cualquier nación del mundo, su gente.

La clase política dominicana, los empresarios y los que se han sumado desde donde han podido a esta lucha, deben comprender ya que entregar medicamentos a un pueblo o hacer pruebas para diagnosticar pacientes positivos o descartar infección, no es como brindar asistencia humanitaria o regalar una funda de comida a alguien que lo necesite, el caso en cuestión es mucho más complejo.

Alguien debería explicarle a Luis Abinader y a quienes como él ha querido regalar medicamentos sin control, que hacerlo como anuncian o pretenden, no es más que un acto de irresponsabilidad. Porque aunque la hidroxicloroquina, mejor conocida en República Dominicana como Plaquinol, mezclada con otros componentes es fórmula que se habría estado suministrando a pacientes para combatir el Coronavirus y sus efectos, no menos cierto es que, el uso del mismo, debe estar bajo la responsabilidad y seguimiento de un cuerpo médico, puesto que su uso es muy delicado y tiene múltiples efectos secundarios, especialmente en personas con problemas cardiacos; ya ha habido muertes por automedicación.

Tal es el caso del hombre que murió en Phoenix el pasado 24 de marzo y que dejó a su esposa en estado delicado de salud crítico después de que ambos ingirieron fosfato de cloroquina, un aditivo empleado para limpiar peceras que también se encuentra en un medicamento contra la malaria que el presidente Donald Trump habría anunciado que serviría para tratar el COVID-19.

¿Sumarme a criticar a quienes han mostrado al menos el deseo de ayudar? ¡No es lo que pretendo! Pero sí llamar la atención de aquellos que desean aportar, para que todo cuando pueden hacer se haga a través de los mecanismos establecidos por la autoridad en materia de salud pública en el país, porque estoy más que convencido de que, lo último que queremos como nación, es inundar nuestras salas de emergencias con pacientes que recibieron un medicamento o lo ingirieron inducidos por una influencia negativa e irresponsable que podría poner en peligro aún mucho más su salud, ni hablar de los efectos secundarios que deja.

La política, vamos a dejársela a los políticos y por supuesto a la gente, pero los temas de salud, hay que ponerlos en manos de quienes están llamados a asumir esa responsabilidad y cuidar de todo el pueblo dominicano.

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