El Plan de Reordenamiento Vial en Nagua marcha como el respeto a la ley de tránsito, muy mal.

En octubre del año 2017, era anunciada a toda la provincia María Trinidad Sánchez, la puesta en marcha de un plan de reordenamiento vial. Este plan, habría iniciado con la implementación de un nuevo patrón de circulación vial, colocación de señales de tránsito, entre otras acciones, buscando con esto facilitar la circulación vehicular y tener espacios apropiados para el parqueo, entre otros beneficios, todo esto amparado en lo que está establecido en la ley 63-17.

A dos años y meses de haber sido anunciado el plan, hay mucha tela por donde cortar, esto sin la necesidad de detenernos a evaluar el desempeño de cada una de las instituciones involucradas en el mismo.

Y es que al parecer, las autoridades locales y nacionales, olvidaron aspectos importantes que deben ser tomados en cuenta al momento de poner en marcha iniciativas que procuren, por ejemplo, regular o normar el uso de las vías en cualquier territorio: velar por la aplicación y cumplimiento de lo que establecido por la propia ley está.

¿Cómo podría funcionar un plan de reordenamiento vial en un territorio en donde no se respetan siquiera las reglas básicas para poder hacer uso de ellas? Bastaría con sentarnos en la María Trinidad Sánchez y ver que de 100 motocicletas que transitan por allí por espacio de 1 hora, el 99.99% de ellas circulan por esa vía sin placa, casco protector, luces y espejos retrovisores, como si transitaran en una ciudad que vive de espaldas al imperio de ley.

Durante un tiempo escuchamos al INTRANT quejarse de que la Alcaldía de Nagua no estaba cumpliendo en tiempo sus compromisos con el plan y que por eso, el mismo no marchaba a la velocidad que debía. Con el pasar de los días, comenzamos a escuchar a la Alcaldía, quejarse del INTRANT, pues ahora les tocaba a ellos cumplir su parte para poder continuar y no lo hacía… Lo peor de todo es que, a quienes nunca escuchamos quejarse, fue al pueblo, quienes tienen el deber de respetar las normas de tránsito y a quienes habría que aplicarle las sanciones que establecidas están en la ley 63-17 según su falta, porque al final de cuenta, por ejemplo, la mayoría de los que usan motores, como diríamos en el barrio, “andan con caco, pero sin casco protector”, y todo esto porque no solo no hay autoridad para hacer respetar la ley, sino que tampoco la hay para hacer respetar el plan.

Mientras tanto, a Dios que reparta suerte, porque nos luce que, las víctimas por accidente de tránsito producto de los excesos que se cometen por la falta de supervisión de la autoridad, continuarán en aumento, Caribe Tours seguirá transitando por nuestras vías en sentido contrario y los motoristas, que ni placas usan, seguirán impunemente violando por ejemplo, el artículo 251 de la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial de República Dominicana.

¿El Plan, es malo? ¡Claro que no, malos son los que tienen que hacer y no hacen lo que deben! ¿Quiénes? Saque usted sus conclusiones. Mientras tanto, todas la señales de tránsito ya se han ido borrando, sin siquiera haber sido respetas al menos un día por quienes a diario las miran, y como ausente está la autoridad para aplicar la ley, se hacen de la vista gorda.

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