La homosexualidad

Cada fin de semana, desde hace un tiempo, en nuestras redes sociales trato de compartir una que otra reflexión de la vida, no solo de política debe vivir el hombre, debe haber tiempo para todo, cultura, deporte, ocio y familia. «Una reflexión inducida» es el titulo que lleva nuestra reflexión de hoy. Nace a propósito de las declaraciones de @luisinmejia presidente del Comité Olímpico Dominicano, quién en su cuenta de twitter publicara que le daba «pena» la salida del closet de algunos jugadores, en este caso uno de la NFL; opinamos al respecto y de inmediato inició el debate.

Pensé que lo había leído todo en esta vida, hasta que leí lo siguiente: «homosexualidad no es una enfermedad, es una desviación voluntaria». Y es que no se por qué somos tan cerrados como para entender que cada quién tiene su derecho a elegir qué camino tomará. Que una persona sea «gay» no lo hace mejor o peor persona, sigue siendo quien es, nada cambia o debería cambiar.

De una vez y por todas debemos respetar la diversidad y la LIBERTAD de elegir que tiene la gente. Blancos, Negros, Amarillos, Mestizos, gay, lesbiana, etc., todos somos IGUALES, seres humanos y tenemos los mismos DERECHOS, o deberíamos y estos deben ser respetados por todos y todas. Hace unas semanas tomé la decisión de CONOCER a profundidad la «Vida Cristiana», pero eso no cambiará mi forma de pensar sobre la DIVERSIDAD, mi «Vida Cristiana» no me llevará a cometer el error de desconocer que todos tenemos derecho a ELEGIR ser.

No permitiré que mi «Vida Cristiana» me impida ver más allá de lo que mis ojos pueden, prefiero ser un «Cristiano Pecador» antes que injusto. ¿Por qué lo digo y escribo tan abiertamente? Porque no le temo a la iglesia y su poder, solo temo a Dios, es simple. Y si por respetar el DERECHO de la gente a decidir seré juzgado por la mano del hombre y la iglesia, acepto ser juzgado, felizmente aceptaré que me juzguen, Dios más tarde hará justicia. Porque al final de todo ¿Quiénes somos nosotros en la tierra para juzgar a los gay o lesbianas? ¿Acaso pretendemos ser Dios? ¡Reflexionemos!

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