El Silencio de Danilo Medina

Desde que el presidente Medina asumiera los destinos de la nación el pasado 16 de agosto, ha estado concentrando sus esfuerzos en la construcción de un gobierno que le permita aplicar, sino todas, la gran mayoría de las políticas públicas y/o programas sociales planificados y presentados durante la pasada contienda electoral.

Desde entonces, el presidente Danilo Medina, desde donde se encuentre, ha dado pasos concretos. Señales claras de hacia dónde quiere dirigir o encaminar sus acciones de gobierno, aunque como de costumbre, sectores adversos al partido de gobierno, se desesperan y hambrientos de fama y protagonismo, la emprenden contra quien está cumpliendo con su deber constitucional de Gobernar La nación, cumpliendo así con la propuesta de gobierno que lo llevó al cargo.

Mucho se ha hablado a través de las Redes Sociales, medios impresos y digitales respecto al “Silencio” del Presidente Danilo Medina. “Cómplice, falto de actitud, que no da la cara, que es Leonel quien gobierna realmente, que él ha ignorado al pueblo” entre otros. Estas son algunas de las expresiones que han sido utilizadas para atacar el “silencio” del mandatario, como queriendo vender un mensaje de rechazo a la población, distrayendo la intención del Presidente Medina de cumplir con el compromiso asumido.

Pero ¿Cuántos de los que hoy critican su silencio han evaluado sus acciones de gobierno en estos primeros 100 días? ¿Dónde han estado los críticos de Danilo cuando se han puesto en marcha planes, programas y proyectos concretos que benefician la nación?

Criticar el silencio de Danilo Medina es una irracionalidad cuando el supuesto silencio es acompañado de acciones gubernamentales concretas que valen más que las propias palabras de cualquier mandatario.

El anuncio de apoyo a los productores nacionales, la creación de la ventanilla única de inversión, asignación de más de un 4% al sistema educativo, construcción de planteles escolares, el ambicioso programa de titulación de tierras y el plan nacional de alfabetización, todo esto solo en los primeros 100 días de gobierno. Esto es una muestra clara de que más que la necesidad de escuchar hablar al presidente, debemos dar un voto de confianza para que el pueda concentrarse en gobernar para hacer lo que nunca se ha hecho.

De una cosa debemos estar seguro y es de que, si el precio del “silencio” del Presidente Medina traerá más acciones como algunas de las comentadas anteriormente, entonces ¡Bendito sea el silencio del Presidente! para que en el 2016 podamos decir con orgullo que ¡Lo logramos! ¡Hemos cambiado el rostro de la gente!

En twitter: @AmauryReyna

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