En estos días he detenido mi andar en política para analizar cómo vamos las y los jóvenes en el quehacer cotidiano, el pan nuestro de cada día para los que apostamos desde el mundo de la política a un país mejor.Desde cualquier ámbito donde nos encontremos y enmarcados en las posibilidades o contexto social, político y económico veo toda una nueva generación construyendo pensamiento político propositivo en busca de una participación de calidad, con responsabilidad y apego a los valores y principios bajo los cuales fue forjada nuestra nación y sobre la cual deben sentarse las bases del futuro que se construye día a día en el presente.
Desde mi litoral moradoso, veo jóvenes preocupados por ayudar a sus iguales a construir pensamiento, aprendiendo a confiar o creer en estos, en sus ideales y valores. Hace ya un año que di a luz un nuevo hijo, llamado juventud yo CREO, bajo este, he logrado junto a un grupo de jóvenes líderes formar una organización que dedique la mayor parte de su tiempo a la formación política de sus miembros y de quienes cohabitan en el entorno de quienes formamos parte de este, grato es saber que no estamos solos.
Con entrega hemos pregonado en cada rincón o puerta que se nos ha abierto nuestro Compromiso como jóvenes para con futuras generaciones de crear una sociedad de entes pensantes, forjadores de un mejor mañana, apegados a la fiel creencia de que así como seres humanos debemos Renovarnos, también debemos luchar por esta. Cada corazón tocado, cada comunidad visitada ha sido impregnada con esa Esperanza que nunca debemos dejar morir de una sociedad dominicana menos desigual, más participativa y repleta de Oportunidades para todos y todas.
De igual forma, tuve la oportunidad de vivir junto a otros jóvenes la grata experiencia de ver el desarrollo de los talleres “yo CONFIO en Danilo”; un espacio desde donde las y los jóvenes aprenden a asimilar, comprender y a su vez construir ideas, mensajes y hasta propuestas de campañas que ayudan a estos a promover la candidatura y los lineamentos de nuestro partido.
Ver las juventudes de todas las clases sociales, sectores, barrios, todo un pueblo joven unido construyendo ideas, entrelazándolas entre sí, aprendiendo a sembrar confianza y esperanza me llenó de alegría y me hiso confirmar que en realidad en nuestro país no todo está perdido.
Los Confía y el trabajo que desarrollan los muchachos de esta juventud yo CREO, demuestran que una sociedad política diferente será posible. Que hay otras formas de construir liderazgos más allá del clientelismo que hoy nos arropa. Hoy los llamo a todos y todas a que no se mantengan al margen, cuando a su puerta toque, reciban esta interesantísima experiencia y aprende que participando y no siendo apáticos podemos construir una clase política mejor. Solo así, educándonos para la democracia y la vida política podremos lograr la meta de una clase política joven y activa en cuarto a participación, pero con calidad!