Una triste historia que no volverá. #NuncapapaH

Las elecciones presidenciales celebradas el 16 de mayo del año 2004 no fueron más que un balde de agua fría para un pueblo que padecía, sufría y vivía ahogado. Una población que en su momento había sido golpeada por los efectos de una crisis internacional y el mal manejo de un gobierno que por la inexperiencia e incapacidad mostrada no pudo enfrentarle, más si agravar la situación calamitosa que vivía el país.

Al  hacer retornar mi memoria al año 2000-2004 no hago más que recordar el rostro de los padres de entonces, hoy abuelos, sus caras largas, temerosas, ansiosas, esperando desesperadamente la fecha de poder votar por una opción diferente, un modelo de gobierno que pudiera administrar una crisis y gobernar el país, haciéndole avanzar y progresar.A principios del año 2004 la crisis era tal que importantes medios de la prensa nacional cerraron sus puertas. Recuerdo empresas del área de la comunicación, medianos y pequeños negocios clausurar, todo era un desastre.
De más estaría hablar de los precios triplicados de todos los artículos de primera necesidad, convertidos en lujos de mesa para los que menos tienen.  Remontarme al 2000-2004 es recordar una prima del dólar que no se pudo mantener entre los 30 y 35 pesos, estable.
Cuando pienso en los supermercados durante la Administración del, gracias a Dios, ex presidente Hipólito Mejía recuerdo como los artículos expuestos para su venta cambiaban de precio día por día. En los supermercados había en ocasiones más empleados para colocar precios a los artículos que cajeros, empacadores y demás.
Ni hablar de la crecida especulación galopante que afectó significativamente a sectores tan vulnerables como el de la construcción. Es increíble lo volátil del precio por quintal de acero, su variación era constante, cambiaba en cuestión de horas; los ingenieros, maestros constructores y afines realizaban sus cotizaciones temerosos; a una hora tenían un precio y ya para la tarde todo era mucho más caro, recordemos que para ese entonces, un quintal oscilaba entre los 60 y hasta 75 pesos.
El gobierno del ex presidente, gracias a Dios, Hipólito Mejía, no es más que un vivo ejemplo de lo que es un Partido y un gobernarte que muestran su incapacidad para gobernar todo un país. Su gobierno es una muestra de cómo la improvisación llevó al país a un estado de inestabilidad y desequilibrio; sus altos niveles de improvisación  e indefinición de correctas políticas económicas, financieras y fiscales nos hicieron colapsar, en resumen, mientras sus funcionarios se hacían más ricos, el pueblo se hacía más pobre, mientras Hipólito nos pedía poner un huevo toda una economía languidecía y el pueblo moría de hambre.
Tal vez algunos de los que lean este artículo se preguntarán porque soy tan insistente en presentarles la historia reciente de nuestro país, su respuesta es sencilla; “Un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla”. Yo, que viví y padecí en cierta forma los desmanes de ese desgobierno blanco me siento en el compromiso de decirles a ustedes a que nos expones si nos equivocamos. Hay que hacer memoria mi queridísimo pueblo, ¡Nunca permitamos que el Olvido se apodere de nuestro ser! El tiempo de hacer memoria es ahora! Si de verdad quieres volver a vivir o permitirte vivir lo que tus padres vivieron sabes cuál es la decisión que debes tomar, en cambio en mi caso, por el bien de todos, yo pa´tra NI LOCO.

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