En estos momentos me concentro en RECORDAR.

Recordar para que estoy vivo y porque. Recordar cuál es mi objetivo y mi meta en esta vida. Es momento de Recordarme a mí mismo, mis caídas, mis alegrías, mis victorias. Es momento de recordar a seres queridos que se han ido y que afligen y recienten mi felicidad.
Desde hace unos días ando recordando al tío barba. Las manos irresponsables de un alcohólico le sesgaron su vida, dejándonos a todos con un gran vacío en el alma. Solo queda en mi mente su rostro alegre, su barba, sus chistes, su alegría y no es suficiente, no me basta con recordarle.
En estos días me he dedicado a recordar mi Dulce abuela materna, la persona más emblemática en mi vida después de mi padre y madre.  Mi pareja del domino. Señora adulta con la que mas disfruté conversar por teléfono mientras laboraba o pasaba un rato en casa o en la calle. La única que lograba  hasta con insultos hacerme reír.
Ya no los tengo de cuerpo presente… pero cuanto les extraño. Este ha sido el peor de los años. La suerte es que de ustedes quedan al menos los recuerdos. Recuerdos que nunca permitiré se borren de mi memoria, de mi mente, mientras exista, hasta el día en que con ustedes vuelva a juntarme en el cielo.
Los amo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *