LECCIONES DE LA VIDA Y EL PERDON

Son tan solo 27 años, recién cumplidos, pero ¡cuánto he aprendido!. La vida me ha mostrado su lado oscuro, quizás no completamente, aunque estoy seguro que las lecciones aprendidas a tan corta edad me servirán para levantarme nueva vez que lo necesite o simplemente seguir mi andar, pasar por alto los tropiezos y enfrentarlos, ayudándome a demoler las grandes murallas construidas por la envidia, maldad y perversidad de la que, al igual que muchos he sido víctima.

Sin lugar a dudas la vida es un misterio. Cada uno de nosotros, como seres humanos lo somos. No existe en el mundo ser alguno que pueda afirmar haber conocido a plenitud a un hermano mortal, no hay padre en la faz de la tierra capaz de demostrar haber conocido en la totalidad a su hijo, mucho menos el hijo al padre. En mi caso puedo afirmar que me llegará la hora de la muerte y el tiempo no habrá sido el suficiente para conocerme a mí mismo.

Indudablemente somos un misterio, con fallos humanos, pero llenos de humanidad, de vida sincera y sencilla, todo lo opuesto a aquellos que viven con el corazón lleno de malevolencia.

Ustedes, mis lectores, pensarán que tal vez este alucinando, muchos entenderán el mensaje como si el mismo fuera la iniciación de Amaury en el mundo de los textos bíblicos a los que aun no estoy acostumbrado, les aclaro, que no soy devoto de la iglesia, mas si del Padre, me aferro a la creencia de que más allá del cielo azul y las noches estrelladas de las que disfruto, habita un ser, Dios, y a él me aferro y de él busco el perdón de muchos y el mio.

El momento en que nos encontramos, la celebración de la semana mayor, es la culpable de la forma en como he abordado el presente comentario y las más recientes muestras perversas de abuso de poder  y de persecución política de la que he sido víctima son la razón del mismo, pero sus actos no impediran que siga ejerciendo el derecho a escribir lo que pienso, defender lo que creo, dispuesto a sacrificarme hasta en mi entorno laboral siempre y cuando esto lo perjudique, porque, aferrado a mis creencias, a la necesidad de cambio que habita en mí, al final, al igual que todo lo que hasta el sol de hoy he escrito, llenará de satisfacción mi espíritu y alma.

A mi corta edad he pagado el precio de ser hijo. He cargado sobre mis hombros la perversidad y la maldad de aquellos que le han querido hacer daño al padre y para llegar a él, han utilizado a este hijo; a sus ataques he sobrevivido y lo haré siempre, pues al hacerle frente a cada uno de ellos he sabido salir victorioso. A mis 27 añitos he vivido en carne propia el ejercicio de la perversidad del poder y cargado todo el peso de su envidia y bajeza, pero la creencia en Dios, mi fe en que de alguna manera u otra el ejercicio de la libertad a expresar mis ideas harán cambiar las cosas, me mantienen vivo, FIRME EN MIS PROPOSITOS, de cumplir con el rol que me toca ante los nuevos retos que me pone la vida.

Hoy en este miércoles de la semana mayor lo aprovecho para llamar la atención de aquellos seres que necesitan buscar del perdón de DIOS pero sobre todo, el perdón de aquellos a los que han perjudicado, el perdón de sus perseguidos y maltratados, para que cuando DIOS LES SAQUE DEL TEMPLO, LES PERDONE SUS PECADOS, QUE SERAN MUCHOS.

Continuará…

TOMANDO LAS PALABRAS DE MESIAS AL RESPONDERLE A PEDRO CUANDO INTENTO LAVAR SUS PIES, AL LAZO OPRESOR QUE EN LA ACTUALIDAD ABUSA DEL PODER EN LA UASD LE DIGO «Tú no sabes ahora lo que hago, pero lo sabrás mas tarde».

1 comentario sobre “LECCIONES DE LA VIDA Y EL PERDON

  1. Lecciones de vida…
    Por mi parte no me considero una persona que ha vivido mucho, o por lo menos, lo suficiente; pero estoy clara en que los errores no me tienen que pasar precisamente a mi para yo aprender de estos; he aprendido a observar mi alrededor y distinguir lo correcto de lo indebido, y aunque no siempre haga lo correcto, la conciencia me recuerda en que pie estoy parada. Muy acorde al tiempo viene esta reflexion; pecadores son todos los seres humanos, pero exactamente no fue para cometer pecados que fuimos creados. Luchemos por ser distintos a la multitud, por defender nuestros ideales, nuestras creencias, nuestro concepto del mundo; y si por luchar por ello nos tildan hasta de locos, felices aquellos que viven en la locura.
    Feliz Semana Mayor.-
    Me gusto tu post de hoy 🙂

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