HABLA MI CONCIENCIA

Tengo mucho frio a pesar de estar en casa, sentado frente al computador. El Informe del tiempo en el televisor y el investigado en internet no fue muy alentador. La tormenta Gustav amenaza con convertirse en Huracán categoría 1 para el amanecer, otro síntoma o adelanto del mal rato que nos quiere hacer pasar la madre naturaleza, quien sabe si por represalia frente a los maltratos que nosotros los seres humanos le damos.

A decir verdad el comienzo de semana no fue muy amado, no logro gozar de cosas que esperaba, ni brincar de alegría al ver algunos anuncios, pero como pocos, renazco como el ave fénix después de un merecido descanso, creándome un aura que me facilite transitar el camino de las nuevas oportunidades, como dice mi esposa y mis padres.

Hoy en medio de tantas informaciones negativas, me decidí visitar el cine, salir un momento junto a mi esposa y tratar de disipar la mente. Procuré protegerme bien con un viejo tshirt azul de algodón que rara vez descuelgo del guardarropa y que curiosamente combinó muy bien con el pantalón y zapatos.

Durante el trayecto no deje de pensar en mis desaciertos y descontentos con la vida, pero siempre termino en lo mismo. No se porque en momentos en los que me siento más sensible de lo que normalmente suelo ser, es que me detengo con mayor rigurosidad a percatarme de los problemas que aquejan a los otros, los que sigilosos y a veces invisibles me rodean; el viejo verdurero de la esquina, recogiendo todo cuanto puede antes del paso de las endemoniadas aguas que acaban todo a su paso, el lamento de la señora sumida en la pobreza que se ve obligada a salir de su casa preocupada por la crecida del río, el rostro lleno de dolor y con la mirada como perdida en el desierto de los que deambulan en la calle y buscan desesperadamente donde pasar la noche sin ser afectado por el mal tiempo, pienso en los que no tienen nada pero sonríen, aunque sea llorando, muchas veces hasta del hambre.

Tres palmadas componen mi siguiente reacción como queriéndome decir a mi mismo, calma, tus problemas no son tan graves como los de las personas que deambulan en tu mente, no te deprimas, aprende de aquel que no tiene nada y lo da todo, disfruta de la satisfacción que siente aquel que no tiene de comer y lo poco que tiene lo brinda a sus iguales, detente, no pienses mas en ti, piensa en lo poco que tienes y puedes compartir con otros…

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