No soy psicólogo, mucho menos psiquiatra, pero hoy quisiera compartir con ustedes, mis fieles lectores, unas ideas que vagan por mi mente a partir de un hecho sucedido con personas muy cercanas a mí en días pasados.

EL MATRIMONIO, DIVORCIO, FAMILIA, MI EXPERIENCIA

Un hogar constituido es lo mejor que podemos ofrecer a nuestros retoños. Esto no quiere decir que la vida familiar tenga que ser un lecho de rosas, pero al menos en nuestro hogar consideramos que el amor que nos tenemos será un gran soporte para el futuro desarrollo de los que mañana serán nuestros hijos, mucho más aun si ese amor se cimenta en los valores propios de los padres o religiosos.

La base de la familia deberá estar asentada en los valores de ambos padres. Es de mucha tristeza ver como la desintegración familiar trae consigo varios problemas en el ciclo evolutivo de la familia, que implican cambios tanto individuales como familiares, los que pueden constituir un período de crisis.

En períodos de transición del matrimonio al divorcio hay indefinición de las funciones, porque los miembros de la familia están asumiendo un nuevo rol. El querer conciliar ambos funcionamientos produce en ocasiones fluctuaciones, inestabilidades, transformaciones, que se expresan en ciertos niveles de desorganización de la familia, y es lo que se denomina como crisis evolutiva.

Dice J. Carrobles que el divorcio suele ser visto como un peligro de desintegración familiar, pero también puede ser una oportunidad para crecer, si la crisis es resuelta, ya que como toda crisis, al resolverse, se pasa a otra etapa de cambio.

Pero, ¿Quiénes están llamados a resolver esta crisis? ¿Qué papel juegan los hijos en la búsqueda de soluciones afables en medio de la dificultad familiar? ¿Cuál es el Rol de las familias de las partes involucradas en la ruptura matrimonial?

Como siempre hay que señalar que las reacciones emocionales que se dan en los hijos no están predeterminadas. Dependen de un número importante de factores, como la historia del niño y la manera y habilidad que tiene para enfrentarse a la nueva situación que tiene influencia tremenda en su vida.

Los padres se pueden sentir o desconsolados o contentos por su divorcio, pero invariablemente los niños se sienten asustados y confundidos por la amenaza a su seguridad personal. Algunos padres se sienten tan heridos y abrumados por el divorcio que buscan la ayuda y el consuelo de sus hijos. Los hijos no pueden entender el divorcio y los padres deben explicarles lo que está pasando, cómo se afectan y cuál será su suerte.

Con el tiempo, como todo ser humano, estamos en la obligación de llevar a nuestras mentes a ciertos niveles de evolución que nos permitan librarnos del sentido de culpa producido por la ruptura, o quizás del sufrimiento que nos oprime el interior de nuestras vidas y nos desgarra en el tiempo las paredes del corazón.

Mi experiencia personal en el caso, no diré que fue color de rosas, que no sufrí en cierto momento la ausencia del padre, a quien nunca vi en los primeros años de mi infancia con los ojos de amor extremo con los que veía a mi madre, pero sí debo afirmar, que aquella ruptura me permitió entenderme en la vida, me permitió aprender la importancia de valorar la familia, con el tiempo logré eliminar por siempre las secuelas causadas por aquella ruptura, en fin lograr obtener plena felicidad y hasta formar mi propia familia.

EVOLUCIONEN!!! Pero positivamente, hay que aprender a perdonar a nuestros padres, mejor aún, hay que entender cuando 2 no pueden ser 1.

Esta es tu oportunidad de aprender sobre el divorcio, para cuando te toque el momento, no cometas los mismos errores ni te veas envuelto/a en las mismas situaciones en que vivieron tus padres y a su vez sus hijos…