Desde hace ya unos días, había decidido quedar mudo y preferir no hablar ni escribir frente a las tantas cosas que pasan en el diario vivir de nuestra sociedad y es que definitivamente a veces es mejor callar.

Amigos y amigas lectores, el pasado mes de julio, el día 2 específicamente, decidí escribir un artículo respecto a una situación que acaecía en la Facultad de Humanidades con la profesora María Esther Camacho, quien es señalada por varios estudiantes de distintas secciones, por el hecho de estar obligándoles a pagar una suma de 500 y 1000 pesos por conferencias y/o coloquios que equivalen a sus notas de examen final.

En virtud de tan preocupante acusación me dirigí hacia donde se encontraban las masas estudiantiles que clamaban por justicia y allí escuche los pareces de diferentes estudiantes. A partir de dicha conversación nace la idea de publicar un documento, hacerlo circular por todo el campus universitario y a su vez, someter a la profesora por ante los organismos correspondientes con el fin de llevar el caso hasta las ultimas consecuencias.

A mi esposa, quien es una de las que firman el documento, por el hecho de haber pagado y tomado sus conferencias le fue publicado un 98, injustamente afirma ella, pues no había aprendido nada en la asignatura, posterior a la publicación del documento y la aparición responsable de su nombre y su matricula la nota le fue corregida a un 70 y algo, hecho que me llamo aun mas la atención y me motivó a asumir yo mismo la responsabilidad de llevar el caso.

Hace unas semanas que habría sometido un nuevo documento, dirigido al señor Rector, Dr. Franklin García Fermín, solicitándole el conocimiento del caso y mostrando claras evidencias de los errores cometidos por la profesora y la injusticia a la que era sometida mi esposa quien sufre las consecuencias de ver su índice mas bajo de lo normal producto de la corrección realizada.

Sorprendido e indignado, ahora he sido informado que a la esposa, le ha tocado tomar otra asignatura y que la titular del la misma es la profesora Maria Esther Camacho. Frente a esto yo pregunto ¿Hasta cuando?.

En medio de tan buen aura para realizar las Reformas necesarias que serán el punto de partida hacia la construcción de la universidad del mañana, me nace la siguiente inquietud que quiero compartir con ustedes…

¿Estamos preparados para reformas la UASD, sin antes realizar el debido saneamiento al que deben ser sometidos todos los sectores de la familia universitaria?

QUE SE REUNA EL CONSEJO YA!!!! JUSTICIA ES LO QUE QUEREMOS!!